Basado en hechos reales

 



Por Omar Colío 

Basado en hechos reales

(En un edificio del centro de la Ciudad de México, Octavio Paz y un mozo de oficina llamado Paco suben al elevador. El ascensor sube un par de pisos y se detiene dejando atrapados a Paz y al muchacho).

Octavio (encendiendo un cigarro): ¡Puta madre!, a ver a qué hora nos sacan.

Paco (mirándolo confundido y nervioso, como preguntándose si aquel hombre es en realidad ese escritor tan famoso): Si, ¿verdad?

Octavio (riéndose): Ufff, hijo. No tienes ni una gota de sangre en las venas, no hay señal de que se te mueva ni una neurona, la ardilla que corre para que ruede tu cerebro hoy no se presentó a trabajar.

(Paco, ofendido por el comentario, quiere decir algo pero queda intimidado por el carácter de Octavio y sí que de su boca sólo logra salir un: Ahhhhhhhmmmm….

Octavio (Interrumpiendo): ¡Ahhhhhhhmmmmmme lleva la chingada! ¿Cómo me quedé atrapado aquí contigo y no con una de las nalgonas de tu oficina si les has visto las nalgas?

Paco: Sí, sí.

Octavio: ¿Se les ven ricas?,¿Se te para nomás de verlas?

Paco: Sí, sí…sí se me para.

Octavio: Pues esos culos se ven más ricos cuando las pones de perrito sobre el escritorio y te las coges. Nomás de verlas ya te dan ganas de venirte.

Paco:¿Apoco a usted todavía le funciona?

Octavio: Pues claro que sí, pinche chamaco irrespetuoso. Nomás no me la saco y te cacheteo con ella porque hasta acá se te nota que eres puto y que te va a gustar.

Paco: Oiga, no, no me diga puto. Ni modo que me gustara un pinche viejito como usted.

Octavio (Tirándole a Paco el humo del cigarro encima): Pues no sé, pero se me hace que tienes cara de puto, o por lo menos de náufrago sexual, de que hace tanto que no has cogido que le entras a lo que sea.

Paco: Nel, sí me gustan las viejas.

Octavio:¿Entonces, por qué no te andas cogiendo una de las buenotas de tu oficina en este mismo momento? Sólo un pusilánime no se las estaría cogiendo todo el tiempo, sobre todo con lo facilotas que son. Nomás es cosa de sentarlas aquí en el regazo y recitales un poema erótico, uno de los míos, de los que no se recuerda ni el polvo, y decirles que se lo escribiste tú en ese momento, y ya con eso te abren las piernas. Te doy permiso de hacerlo.

Paco: Ah, bueno.

Octavio: No, chavo. Nomás te ando cotorreando, me ando divirtiendo a tu costa, ¿Qué te va a salir a ti? Si a las viejas que les gusta es el dinero, el dinero y la fama. Antes, nada más me cogía dos viejas al día, desde que gané el Nobel me cojo cuatro.

Paco: Órales.

(Se produce un silencio incómodo, Octavio enciende otro cigarro y susurra improperios; Paco trata de evitar el contacto visual)

Paco: ¿Neta?

Octavio:¿Qué?

Paco: ¿Es neta todo eso que dice?

Octavio: Pues, sí. Obvio.

Paco: Hmmm, no lo sé.

Octavio:¿Qué?

Paco: Pues, no sé cómo sea la cosa entre la gente fresa. Pero en el barrio normalmente aplica la de dime de qué presumes y te diré de qué careces

Octavio: Ay, pues obvio que en el barrio la lógica opera así. Carecer es una cualidad exclusiva de los pobres, por eso es natural que pienses eso.

Paco:¿Ah, sí?

Octavio: Sí, así piensa la gente pobre

Paco:¿Neta?

Octavio: La neta.

Paco: Hmmm…¡y todo eso lo aprendió siendo así….?

Octavio: ¿Así, cómo?

Paco: Pues siendo un….(gesticula con las manos)

Octavio: ¿Un qué?

Paco: Un….mamón.

Octavio: Jajajajaja. ¡A huevo! Sí soy un mamón. La arrogancia hay que ganársela y yo me la he ganado.

Paco: ¿Cómo?

Octavio: Ay, hijo mío. Pobre criatura, pobre alma desamparada, olvidada por Dios, pobre ánima pobre que nada entre las suaves olas del plácido océano de la ignorancia. Cuando hayas leído tantos libros como yo, cuando hayas escrito los versos inmortales que yo gravé sobre la piel de la Tierra, sobre la Piedra del Sol, cuando te hayas cogido a tantas viejas como yo, entenderás porqué. Entenderás porqué mi perfume, con el que estás deleitando tus vulgares fosas nasales vale seis meses de tu sueldo.

Paco (con más confianza en sí mismo): Ah, bueno.

(Se produce otro silencio, incómodo para Octavio, que parece luchar por seguir hablando, y cómodo para Paco que está a gusto mirando el tablero del elevador, Octavio le tira sutilmente el humo encima y enciende otro cigarro):

Paco: Por lo menos regálame uno, ¿no?

Octavio: Te lo regalo si me respondes una pregunta

Paco: Ah, ¿esto es como el pedo de la Esfinge?

Octavio (Sorprendido): No, no…esto es…más bien…eh, una pregunta personal.

Paco (Le arrebata un cigarro): Diga, pues

Octavio:¿A cuántas viejas te has cogido?

Paco (Espera un instante para calcular su respuesta): A tres.

Octavio: (Su semblante vuelve a ser el autoritario de antes): Ay, no mames. Dime la verdad

Paco: La verdad

Octavio: Me estás mintiendo, lo veo en tus ojos. Nosotros sabemos cuando alguien como tú nos miente.

Paco:¿Alguien como yo?

Octavio: Conque desviando la conversación, ¿eh? Qué conveniente.

Paco: Ya se está pasando de verga, pinche viejito.

Octavio: (Autoritario): Ya te estás fumando el pinche cigarro, ¿no? ¡Responde la pinche pregunta!

Paco: A dos.

Octavio: Y de seguro una era tu hermana, ¿no? (se ríe de su chiste)

Paco: (Saca el pecho): Órale, pinche viejito. Una más y me cae de madre que aquí mismo me lo chingo.  No me importa que me corran y me lleven a la cárcel.

Octavio: Woh, woh, woh. Estamos chupando tranquilos. Sólo estamos pasando el tiempo.

Paco:¿Y qué? ¿Nomás me va a insultar? Qué jijo de la chingada. Por lo menos póngase a decir una de esas pendejadas tan bonitas que dice en sus libros o en las conferencias por las que le pagan millones por decir pura mamada.

Octavio: Conque pura mamada ¿eh?....(da una bocanada larga)…¿Y cómo podría un pobre diablo, un pendejo como tú saber si lo que digo yo es pura mamada o la neta del planeta? ¿Apoco sí lees?

Paco: No.

Octavio:¿Entonces? ¿Cómo vas a saber algo?

Paco: Dejé de leer porque creo que toda la gente que escribe libros, o al menos la gran mayoría, son gente mamona y estúpida como usted. Una bola de ricos que no saben nada de la vida real y se la pasan diciendo puras mamadas para entretener a los decerebrados que les gusta aplaudir a lo que sea como focas sólo porque escuchan palabras bonitas. Pero mi hermana que es más aferrada todavía lee y dice que sus escritos son puritita mierda.

Octavio: Ah, conque sí hay una hermana. ¿Y está buena?

Paco: ¡Chingue a su madre!

Octavio: Ah, ¿ves?, logré que la sangre resurgiera en tus inertes venas, soy todo un alquimista, deberían de darme otro Nobel.

Paco: Ahora sí me lo madreo, pinche viejo de mierda.

Octavio:¡Ey, ey! ¡Espera! ¡No te pongas violento! ¡No cedas ante los impulsos animales que corren por tus venas! Mejor hay que seguir platicando. ¡Sí! ¡Sí! ¡Muy bien! ¡Tranquilízate! Ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm…¿Sabías qué pasé una temporada en la India? Me cambió la vida, yo era un hombre misógino, déspota y violento y regresé iluminado, lleno de pazy sabiduría, deberías de i….Bueno, bueno, mejor cambiemos de tema, volvamos a lo que decías antes ¿Sí? La verdad es que no estás en ninguna posición para juzgarme, el hecho de que hayas dejado de leer te ha dejado desarmado, la gente que no lee no tiene criterio y sólo le queda seguir las opiniones de otros.

Paco: Me cae que neta usted es pura mamada. El ignorante es usted, hay muchísimas otras maneras de formarse un criterio además de leer. Por ejemplo, yo nomás de verlo sé que es un pendejo.

Octavio: Nah, no sabes nada. Además estás mintiendo otra vez, puedo verlo en tus ojos.

Paco:¿Qué va a verme en los ojos? Pinche viejito chorero, pinche apantallapendejos.

Octavio: (Enciende otro cigarro) Meh, podrás decir lo que quieras pero igual me la pelas. Es más, podría hacer que me la mamaras aquí mismo. Nomás sería cosa de sacar mi billetera.

Paco: Chingue a su reputísima madre (Se voltea para no hacer contacto visual con Octavio)

Octavio:¡La tuya en vinagre! 

(El silencio reina por varios minutos más, Octavio saca otro cigarro y le ofrece uno a Paco, quien lo ignora)

Octavio:¿Y a cuántos hombres?

Paco:¿Qué?

Octavio:¡¿Y a cuántos hombres?

Paco:¿A cuántos hombres qué?

Octavio:¿A cuántos hombres te has cogido?

Paco: Ya le dije que no soy puto. Pinche viejito, hágase pa’ allá. (Lo empuja)

Octavio: (Un poco sacudido)Bien, bien, puedo ver en tus ojos que dices la verdad.

Paco: Más le vale.

(Silencio breve)

Octavio: Yo lo único que digo que como nomás te has cogido dos, ni siquiera estás seguro de que en realidad te gusten las viejas.

(Los ojos de Paco empiezan a denotar ira, sin embargo no responde)

Octavio: Además, no sólo los putos se cogen a otros hombres, también los machos muy machos, como pasa con los perros, aplican la de: ¡Soy tan macho que te estoy cogiendo!

Paco (se toma un segundo y responde): Pinche viejo de mierda, nomás me está diciendo eso para que deje que me coja. ¡Pinche culero! No le basta con robarse el dinero de los impuestos de la gente pobre. Todavía tiene que hacer estas guarradas.

Octavio: No, no. Nada de eso, no me interesa cogerte.

Paco: Entonces por qué chingados se pone a decir esas mamadas.

Octavio: Pues porque estamos atorados en un elevador, de algo hay que platicar.

Paco: De algo hay que platicar….Pfff…El que hambre tiene en pan piensa.

Octavio: (Se ríe) Ah, la sabiduría popular, el pendejo ese del Gabo dice que los refranes son como citar a Dios.

Paco:¿Ya ve como sí me quiere coger?

Octavio: No, no no. Nada de eso. (Tira su cigarro)

Paco:¿Entonces?

Octavio: (Enciende otro cigarro y le ofrece uno a Paco): Pues, yo estaba pensando en qué, más bien que…que…

Paco:¿Qué?

Octavio: En que yo te diera un dinerito y tú me la metieras a mí

Paco: (Está a punto de aceptar el cigarro, pero tras escuchar la propuesta de Octavio dice): ¡No mame! Eso es todavía peor.

Octavio:¿Cómo va a ser peor? Ni sabes, nomás te has cogido a dos viejas y de seguro más aguadas que las medias de tu mamá, vas a ver que te va a gustar,  los hombres estamos más apretados que las mujeres. Además te vas a ganar un dinerito, mucho más de lo que ganas en tu trabajo de mierda. Vas a ver que cuando te vengas hasta vas a gritar: ¡Que viva el PRI!

(Paco le arrebata el cigarro de la boca Octavio y le da una bocanada larga mientras pone unos ojos cómplices y concupiscentes, cuando Octavio le sonríe, Paco le tira el cigarro en la cara y le da un golpe, cuando está por golpearlo por segunda vez, Octavio lo detiene y lo domina físicamente, Paco trata de zafarse pero se da cuenta que Octavio es más pesado y más fuerte que él, Octavio lo besa contra su voluntad)

Octavio: Ándale, te doy dos mil.

Paco:¡Chingue su puta madre pinche viejo violador de mierda! ¡Todo el edificio se va a enterar de esto! ¡Todo el país!

Octavio: Cinco mil.

Paco:¡No importa la cantidad que diga pinche viejo culero! ¡Mi dignidad vale más que su cochino dinero que proviene del lugar más turbio, de la degeneración humana, de la corrupción! ¡Mi dignidad; la dignidad humana no tiene precio!

Octavio: Diez mil.

(Paco se queda callado como sopesando algo)

Paco: (Jadeando) Quince mil.

Octavio: Va.

(Octavio saca quince mil pesos de la cartera y los pone en el suelo del elevador, luego empieza a besar a Paco y a acariciarle el pene, Paco primero luce disgustado, pero poco a poco le empieza a disfrutarlo; golpes extraños se empiezan oír en el fondo).

Octavio: Ah, ah, ah. Ahora méteme el dedo en el culo para que se me dilate. Ah, sí, sí, sí, así, así. Aghhh, qué bien lo haces, ahhh, sí, sí. Aghhhh .Sí, sí, sí. ¡Que viva el PRI! ….Sí, sí, sí, ya estoy bien dilatado. ¡Ya métemela ¡ ¡Ya métemela!

(Paco saca su miembro y está a punto de penetrar a Octavio, justo en ese momento una puerta se abre varios metros sobre ellos.)

Rescatista: ¿Hola? ¿Están bien? Escuchamos los gritos y vinimos enseguida…Eh, ¿Qué está pasando ahí abajo?



Comentarios