Jack Kerouac y el futbol americano

 Por Omar Colío 



A veces el deporte termina siendo un medio para un fin más grande, Muhammad Ali no habría tenido la influencia política que tuvo de no haber sido campeón del mundo, pero a veces deportistas que no son tan grandiosos dentro de su juego, terminan teniendo un gran impacto en otro ramo. Hoy, en su cumpleaños, te contamos el caso de Jack Kerouac y cómo el futbol americano ayudó a la formación de este gran escritor y de la legendaria Generación Beat.
Jack Kerouac fue uno de los escritores más influyentes del Siglo XX, su estilo de prosa espontánea revolucionó la escritura moderna de “flujo de consciencia” que desarrollaron Marcel Proust, James Joyce, Henry Miller entre otros. Es autor de En el camino y otras novelas insignias de la literatura moderna.
Pero antes de eso, fue un gran corredor de fútbol americano en la Lowell High School, donde también sobresalió en la lucha. Sus hazañas en el emparrillado le dieron la oportunidad de ir a la Universidad de Columbia con una beca de fútbol americano.
En Columbia se rompió la tibia en su segundo juego, tuvo problemas con su entrenador y terminó por abandonar al equipo y posteriormente, la universidad, pero ahí conoció a Lucien Carr y Allen Ginsberg y a través de ellos a William Burroughs, personajes claves para la formación de la Generación Beat, movimiento literario que influyó la cultura pop de los 50 y los 60. Kerouac influyó directamente a artistas como Bob Dylan, Patti Smith, Tom Waits, The Grateful Dead, The Doors y The BEATles. Ray Manzarek, tecladista de los Doors, dijo alguna vez: “supongo que si Kerouac no hubiera escrito En el camino, los Doors nunca hubieran existido”.



Todo este impacto cultural es una locura si consideramos que Kerouac, hijo de inmigrantes francocanadienses, nunca hubiera tenido los medios para ir a Columbia si no hubiera sido una estrella de fútbol americano en la preparatoria. Quizás viviríamos en un mundo donde no existieron los Beatles.

Hoy en día el fútbol americano sigue siendo un medio para que miles de norteamericanos puedan acceder a la educación superior debido a los absurdos costos de las universidades, muchos atletas jóvenes siguen arriesgando su cuerpo al jugar americano para poder tener una educación.
Kerouac también amaba el beisbol, en Ángeles de desolación confiesa que creó una liga imaginaria de beisbol en tarjetas con las que jugaba en sus ratos solitarios como guardia forestal en Desolation Peak.


“Nada supera ser una estrella de fútbol americano, ni siquiera publicar tu primera novela”
Jack Kerouac

 

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