Por Omar Colío
Bob Marley es respetado y admirado como el máximo exponente de la música reggae, ¿pero sabías que también era un gran aficionado al futbol?
A pesar de que el cricket es el deporte nacional en su natal Jamaica, desde niño, Marley desarrolló un gran amor por el fútbol, deporte que practicó toda su vida. En su casa de Kingston, a Marley le gustaba jugar de volante creativo o de delantero. Sabemos esto gracias al exdelantero profesional Allan Cole, exjugador del Náutico de Brasil, quien también fue tour manager de Bob Marley & The Wailers y es acreditado como cocompositor de la canción “War”. Junto a Cole, Marley organizó y jugó un partido en el Estadio Nacional de Jamaica.
En el futbol local, Marley era hincha del Boy’s Town FC, modesto club jamaicano que ganó 3 títulos en los años 80. Pero su pasión se desbordaba verdaderamente por el Santos de Brasil, equipo donde jugó su ídolo, Pelé, culpable de que Marley jugara al futbol casi siempre con una playera de la canarinha.
Marley nunca llegó a conocer a su ídolo pero si jugó con un compañero suyo, Caju, miembro de la selección brasileña campeona en México 70 quien lo invitó a jugar un partido a beneficio en Brasil en 1978 y le regaló una playera del Santos con el número 10.
En 1977, bajo la Torre Eiffel, los Wailers se enfrentaron en un juego de futbol a la banda francesa Polymusclés, Marley tuvo que abandonar el juego tras recibir un pisotón, la lesión empeoró y meses después se le detectó un melanoma que eventualmente acabaría con su vida. Se le sugirió la amputación del dedo como cura para su padecimiento, pero Marley se negó pues la amputación iba en contra de sus creencias religiosas (rastafaris) el cáncer se expandió a sus pulmones, hígado y cerebro y le causó la muerte.
Debido a las circunstancias bajo las que se le descubrió el melanoma hay una leyenda urbana que el jugar fútbol fue lo que le causó la lesión que acabó con su vida, pero en realidad gracias al fútbol es que los médicos lograron detectar su enfermedad e intentaros salvarle la vida.
Bob Marley fue enterrado junto a su guitarra, una biblia, un brote de marihuana, el anillo que le regaló el príncipe de Etiopía Asfa-Wossen y una pelota de fútbol.
“El fútbol es una habilidad. Todo un mundo; un universo por sí solo. Yo lo amo porque debes tener destreza para jugarlo. Cuando jugamos fútbol tocamos música; yo lo necesito ¡Libertad! El fútbol es libertad.”
Bob Marley
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