Cosas a tener en mente mientras se ven deportes por televisión


Por Omar Colío 

Es increíble la cantidad de comerciales que vemos un domingo de NFL. Si, como yo, te avientas la jornada completa del medio día a las diez y media de la noche, habrás gastado unas tres preciosas horas de tu vida que no volverán sólo viendo anuncios de gente que tiene como único objetivo venderte mierda.

Esto no es exclusivo del futbol americano, todo aficionado a los deportes es expuesto a una saturación de anuncios que invaden cada recoveco de un evento deportivo, no importa si se trata de futbol, futbol americano, beisbol, basquetbol, boxeo, artes marciales mixtas, tenis o lo que sea. El deporte profesional está plagado, manchado por la publicidad, lo cual es algo con lo que se debe tener cuidado y nunca, nunca, pero nunca  olvidarse de que todo lo que está siendo transmitido por la televisión está ahí porque alguien pagó para que lo vieras.  

No sólo me refiero a la enorme cantidad de mensajes comerciales y políticos que son transmitidos durante los tiempos muertos, sino a los juegos en sí. No es un accidente ni una casualidad que en México se transmitan los deportes estadunidenses, pues también forman parte de una ideología, de una ideología colonialista en la que constantemente se nos impone su cultura, misma que utilizan para alienarnos y así poder mantener su hegemonía.

Todo esto me recuerda una cita de Chuck Palahniuk sobre George Orwell en la que el autor de El club de la pelea dice: “El viejo George Orwell lo entendió al revés. El Gran Hermano no está mirando. Está cantando y bailando. Está sacando conejos de un sombrero. El Gran Hermano está ocupado manteniendo tu atención cada momento que estás despierto. Se asegura de que siempre estés distraído. Se asegura de que estés totalmente absorto. Se asegura de que tu imaginación se marchite. Hasta que sea tan útil como tu apéndice. Se está asegurando de que tu atención esté siempre llena. Y esto de ser alimentado, es peor que ser observado”.

No creo que Palahniuk esté completamente en lo correcto, yo creo  que es un poco de los dos, la hegemonía nos está observando al mismo tiempo que baila para nosotros, es esencial ser conscientes de la manipulación a la que estamos expuestos y no olvidar que todo lo que vemos en la televisión está ahí porque alguien pagó para que lo viéramos. En última instancia, es importante mantener una visión crítica que nos permita disfrutar del deporte sin caer completamente bajo la influencia de la maquinaria publicitaria y cultural que lo rodea.

Y yo entiendo que habrá quien me diga: sí, pero no seas un pesado, ya llevo una vida suficientemente abrumadora como para tener que también preocuparme por esto, déjame disfrutar un rato, desestresarme y ver en paz el partido de los Acereros o del América, no mames. Y yo entiendo que los deportes y la industria del entretenimiento puedan ser para muchos un escape de la agobiante realidad, pero en este cruel mundo saturado de anuncios, ideologías impuestas y manipulación constante, en medio de la vorágine de intereses capitalistas e ideologías nocivas que rodean el deporte televisado es esencial recordar que nuestra atención, nuestro tiempo y nuestra conciencia son recursos valiosos y no hay que dejarlos de lado un solo segundo. Aunque los deportes puedan ser un escape, mantener una perspectiva crítica nos permite disfrutar conscientemente, recordando que cada imagen que vemos en la pantalla es una elección respaldada por intereses comerciales, casi siempre de naturaleza macabra. Al final, encontrar el equilibrio entre disfrutar y ser consciente nos ofrece una experiencia más enriquecedora y auténtica.


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