Reseña de El complot mongol de Rafael Bernal

 

Por Omar Colío

El complot mongol es una novela policiaca y de espionaje escrita por el autor mexicano Rafael Bernal y publicada por primera vez en 1969. Esta obra es considerada la primera novela negra mexicana, por lo cual es un clásico del género en la literatura mexicana y ha ganado reconocimiento a lo largo de los años.

La trama se desarrolla en la Ciudad de México durante la década de 1960, en plena Guerra Fría. La historia sigue al agente de narcóticos Filiberto García, un ex revolucionario convertido en matón del gobierno mexicano, quien es asignado para investigar un complot para asesinar al presidente de Estados Unidos durante su visita a México. Este plan es atribuido a un grupo de supuestos mongoles que operan en la capital mexicana. En este sinuoso trayecto Filiberto deberá poner en riesgo su vida para llegar al fondo del asunto, en el camino tendrá que interactuar con una serie de personajes de nacionalidades y lealtades diversas entre los que destacan: Martita Fong, una china-mexicana con un secreto que será el interés romántico de García, Rosendo del Valle, un desconfiado político con altas  aspiraciones que es quien encargó investigar el asunto al protagonista, su arrogante, pero estúpido, emasculado y aburguesado Coronel, el Licenciado, un abogado alcohólico que le servirá de asistente en la investigación, el metódico agente Graves del FBI, el melancólico agente Laski de la KGB y los enigmáticos chinos de la calle de Dolores.

Rafael Bernal logra crear una atmósfera intensa y llena de intrigas, en la que el personaje principal debe navegar a través de un entorno lleno de traición, conspiraciones y desafíos políticos. La trama se desenvuelve en un estilo narrativo ágil, con diálogos incisivos y una fantástica dosis de humor negro que caracteriza a esta novela. Esta agilidad de la que hablo proviene del Narrador que fluye libremente entre el omnisciente y el protagonista, saltando con libertad y armonía, al estilo del jazz, entre la tercera y la primera persona. Los diálogos están muy bien logrados, ya que logran reflejar las distintas personalidades, ideologías, e intereses personales que hay en este enredo internacional.

Uno de los aspectos más destacados de El complot mongol es la caracterización de Filiberto García, un antihéroe carismático y cínico que, a pesar de sus dudas y oscuros métodos, se convierte en un personaje intrigante y atractivo para el lector. Las descripciones de Bernal de la ciudad, de todo el ambiente que hay alrededor de la historia son precisas aunque mayoritariamente secas, como las que haría un matón con experiencia en el bajo mundo como García, aunque de vez en cuando casualmente se remojan, como se remoja el pan en el café en matices poéticos muy efectivos, pero quizá la mejor descripción que hace el autor es la de la mente de Filiberto, es el oscuro viaje en el que lleva al lector a las profundidades de la psique de este hombre violento, revelando inclusive los pormenores de su sexualidad, lo que lleva al lector a comprender la contradictoria posición entre su postura ante el sexo opuesto y sus acciones hacia Martita 

Bernal aborda temas relevantes como la corrupción política, la manipulación y las tensiones entre México y las potencias mundiales de la época en un contexto histórico complejo. Pero el tema central de la historia es la violencia, lo barata que está la muerte en México, la crudeza del mundo de la guerra subterránea que ocurría en el planeta en ese momento histórico, pero también la de la guerra subterránea que se lucha todos los días en México simplemente para sobrevivir.

Hemos hablado muy bien de la obra, pero debo decir que ante mis ojos no es una novela perfecta. Encuentro cuestionable por ejemplo que hacia el final de la novela el general Miraflores aparezca saltando desde la tercera cuerda, parece sacado de la nada. Lo cual es criticable pues la aparición de Miraflores es esencial para el desenlace de la novela, pero en la evaluación final de la obra he de decir que de mi perspectiva sus virtudes sobrepasan por mucho a las partes cuestionables.

En síntesis, El complot mongol es una buena novela no sólo por la tensión que logra crear en el lector gracias a la efectiva manera del autor de contar la historia con sus grandes méritos literarios, sino que también se distingue por abordar temas profundos y relevantes sobre la violencia y la política inmersos en un contexto histórico complejo. A su vez, su forma narrativa y estilo literario ágil y envolvente hacen de esta novela un clásico que ha perdurado en el tiempo, estableciéndola como la primera novela negra mexicana, y dejando un legado literario que sigue cautivando a los lectores hasta el día de hoy.

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