Si eres aficionadx a la NFL probablemente te estés
preguntando: ¿Qué chingados está haciendo Taylor Swift en mi futbol americano? La
estrella pop, quien supuestamente mantiene una relación amorosa con el ala
cerrada de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, ha aparecido en el palco de
honor en los últimos dos juegos de los Chiefs, el de la Semana 3 en casa contra
los Chicago Bears y el del pasado domingo contra los Jets en Nueva Jersey. ¿No
les parece sospechoso el hecho de que todos los medios que cubren a la NFL le
hayan dedicado tanto tiempo a esto? ¿No les parece raro que tooodos los medios
estén tan fascinados con el devenir de la supuesta parejita? ¿Y si te dijera
que todo se trata de una campaña publicitaria?
La NFL, que es reconocida como la liga más lucrativa del
mundo, ha alcanzado, este estatus por su capacidad de adaptación para cautivar
nuevas audiencias y mantenerse fresca en el ciclo mediático. En la actualidad,
han desplegado una campaña publicitaria muy exitosa protagonizada por Taylor
Swift.
La clave para triunfar en cualquier empresa radica en
mantenerse relevante ante sus consumidores. A pesar de su dominio en los
mercados estadounidense y latinoamericano, la NFL ha buscado nuevas formas de
expandir su base de seguidores. Han incursionado en diversos mercados, por
ejemplo el infantil y el europeo, pero han omitido abordar de manera efectiva
al mercado femenino.
Según un estudio de Statista en abril de 2023, el 42% de las
mujeres en Estados Unidos no siguen la NFL. Esta omisión ha sido aprovechada
por la atrevida campaña publicitaria con Taylor Swift, aparentemente destinada
a atraer a este mercado. Sin embargo, la elección de Swift, que por cierto es
la celebridad que más contamina el planeta con sus constantes viajes en jet
privado, una mujer que la hegemonía ha impuesto como icono, a pesar de que sólo
es una artista pop diseñada en las fábricas de la enajenación capitalista para
distraer a la gente de sus verdaderos problemas con sus canciones de niña
blanKKKa privilegiada, pone en tela de juicio las verdaderas intenciones y la
ética detrás de esta estrategia.
Desde que los rumores de la relación de Swift y Kelce
aparecieron, las ventas del jersey del ala cerrada han aumentado más de 400%. Esta
campaña debe hacernos plantear serias preocupaciones sobre la explotación de la
fama de Swift y su audiencia en aras de aumentar las ganancias y mantener la
maquinaria capitalista en marcha. Nos lleva a cuestionar hasta qué punto
estamos dispuestos a permitir que las corporaciones utilicen figuras públicas
para sus propios intereses, en detrimento del medio ambiente y la
responsabilidad social.
No podemos ignorar que la NFL es, en esencia, un producto
televisivo cuyo principal objetivo es generar utilidades para sus propietarios.
Sin embargo, es vital examinar más allá de la fachada publicitaria y considerar
las implicaciones éticas y de estas estrategias, y cuán profundamente están
enraizadas en la perpetuación de intereses de poderosos y en la consolidación
de la maquinaria capitalista. Este éxito publicitario, plantea serias interrogantes
sobre nuestros valores y prioridades en la sociedad contemporánea.
¡Que chinguen a su madre Taylor Swift y Travis Kelce!
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