Por Omar Colío
Esta semana, la gerente general de los Miami Marlins, Kim
Ng anunció su salida de dicha institución de las Grandes Ligas. Dicha decisión
dejó atónitos a los aficionados al beisbol, después de que el equipo conformado
por Ng alcanzara la postemporada bajo el mando del mánager Skip Schumaker.
Este año el equipo de la Florida ganó más de 80 juegos por primera vez desde que
se mudó de los suburbios de Miami al centro de la ciudad. El equipo conformado
por Ng fue el primero de los Marlins en alcanzar los playoffs en una temporada
de 162 juegos desde que lo lograra la escuadra que milagrosamente ganó la Serie
Mundial en 2003.
Kim Ng anunció que dejó la organización después de que
intentaron contratar a alguien por encima de ella en el departamento de
operaciones de béisbol, cosa que consideró degradante y por ello decidió partir.
El querer contratar a alguien por encima de Kim Ng en el
departamento de operaciones de béisbol refleja una problemática arraigada en
muchos ámbitos, incluido el deportivo: la falta de confianza y reconocimiento
hacia las mujeres en roles de liderazgo. Este acto es una manifestación clara
de machismo, ya que implica subestimar las capacidades y logros de una mujer
simplemente por su género. El béisbol, como muchos otros deportes, ha
enfrentado históricamente problemas de desigualdad de género y estereotipos
arraigados que han limitado las oportunidades para las mujeres en puestos
importantes. Es esencial desafiar estas estructuras y trabajar hacia un
ambiente donde se valoren las capacidades y habilidades, sin importar el
género, para lograr un juego más inclusivo y equitativo.
Esto sólo viene a confirmar lo que muchos aficionados al
beisbol ya sabíamos, que sus dirigentes son unos retrógradas que representan lo
peor del pensamiento conservador y que con sus decisiones dañan no sólo a la
afición a la pelota, sino a la sociedad en general.
Desde Deporte Ultravioleta condenamos las acciones de la
oficina de los Marlins, así como cualquiera de los múltiples actos machistas
que se cometen en las Grandes Ligas y en los demás deportes profesionales y
abogamos por una sociedad más equitativa en la cual haya oportunidades para
todos, especialmente para quienes, como Kim Ng, hacen bien su trabajo.
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