La maldición gitana

 



Por Omar Colío 


¿Saben cuál es la maldición gitana? El que bebe en lunes, bebe toda la semana. Claro que estoy seguro de que muchos de ustedes me dirán: pues entonces no es maldición, más bien es bendición gitana, y la neta, estoy de acuerdo con ustedes, carnalitos, pero a mí la neta cada lunes que bebo, como hoy, me representa que me agarre la maldición gitana y me ponga a beber como un pez toda la semana, lo cual es malo para mi billetera y para mi hígado.

Pero la maldición gitana no sólo es beber de más también llamo maldición gitana a ese hábito que tiene uno de tropezarse una y otra vez con la misma piedra, de toparse con un obstáculo infranqueable, con una muralla que impide que progrese el camino de nuestra vida. Muchas veces esa muralla es la sociedad, muchas veces esa muralla es uno mismo, y hay veces en las que esa muralla es otra cosa.

¡Puta madre! Gasté mis escasos centavos en unas cervezas para acompañar el partido, todo para que el juego del lunes por la noche entre los Giants y los Seahawks sea una mierda, principalmente porque los Giants claramente son un desmadre encabezado por su quarterback Daniel Jones, un mariscal voluntarioso pero que es incapaz de no meterse el pie a sí mismo.

La verdad es que nunca creí que iba a sentir empatía por un cara de bobo como Daniel Jones. Pero la verdad es que sí me causa sufrimiento ver que el tipo lo esté dando todo en el campo y como respuesta le están dando una paliza, literalmente una paliza, la defensiva de Seattle lo ha maltratado mucho, claro que después me acuerdo que Jones gana 40 millones de dólares al año y me dejo de sentir mal por él.  Pero desde el punto de vista estrictamente deportivo, esto es una tragedia, es una tragedia de Dostoievski, es el hombre que se sabe subordinado a una fuerza más poderosa que él y  sin importar lo que intente, está destinado a fracasar.

Como un personaje de Kafka, Daniel Jones refleja la sensación de impotencia y subordinación a una fuerza mayor, así como la lucha constante y aparentemente sin sentido. En este contexto, Jones representa la figura atrapada en un mundo surrealista y opresivo. Jones también es un personaje de la filosofía del absurdo de Camus, un tipo que persiste a pesar de las dificultades y lucha por encontrar significado en un mundo indiferente. Jones habita en el mundo del absurdo, enfrenta un camino sinuoso y desolador lleno de dolor, derrotas y vicisitudes, pero estúpidamente sigue luchando, sigue mostrando una especie de heroísmo absurdo en su persistencia.

En otras palabras, Daniel Jones sufre la maldición gitana, o como diría Matías Almeyda, fue orinado por un dinosaurio ancestral. Ay, Matías, a veces pienso que todos nosotros, que la esencia humana fue orinada por un dinosaurio ancestral.

Pfff, qué paliza, qué desmadre traen los Giants, lo bueno es que ya se acabó el partido y todavía queda chela, así que me voy a seguir bebiendo, chao…Pfff, no puedo creer que dediqué tantas alegorías tan chidas para hablar del pinche Daniel Jones.




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