Por Omar Colío
Hoy que conmemoramos la noche en la que el Estado usó su brazo militar para masacrar y desaparecer a los 43 normalistas de Ayotzinapa, recordemos también la historia de los Avispones de Chilpancingo, equipo juvenil de futbol que fue atacado por un comando esa misma noche tras ser confundidos con los normalistas de Ayotzinapa.
A las 11:30 de la noche del 26 de septiembre de 2014, los Avispones regresaban a casa después de jugar un partido en Iguala, cuando fueron atacados por un comando integrado por policías municipales y sicarios que estaba a la caza de los normalistas y que abrió fuego contra el autobús, los servicios periciales encontraron más de 200 casquillos dentro del vehículo y sus alrededores. El ataque acabó con las vidas de Victor Manuel Lugo Ortiz, chofer del autobús, y del futbolista Josué García Evangelista, alias “El zurdito” de tan sólo 15 años, otras 16 personas resultaron heridas en este acto atroz.
El caso de los Avispones es otro ejemplo de cómo el Estado suelta sin titubear a su brazo militar para exterminar a la población con el fin de mantenerse en el poder. Por ello, no debemos olvidar nunca la noche del 26 de septiembre de 2014, ni todos los muchos otros ejemplos históricos en los que el Estado mexicano ha atentado contra su propia población.
Comentarios
Publicar un comentario