El schadenfreude y el papelón de la Liga MX en la Leagues Cup


 


Por Omar Colío

Yo escribo sobre futbol, pero no escribo de futbol como escribe Villoro, yo sí escribo pa'l pueblo.

En las delirantes borracheras banqueteras, naufragando entre las tibias luces de la ciudad y el dulce alucín de las aguas locas, la banda me ha preguntado: ¿Qué piensas sobre la eliminación de (casi) todos los equipos mexicanos en la Leagues Cup? Y mi respuesta ha sido: Jajajajajajajaja, se sienten un culo y ni pueden con los de la MLS.

Y es que sí, los publicistas de la Liga MX han repetido hasta el hartazgo eso de que la liga de nuestro país es la mejor del continente y que sus equipos están a la par de los equipos europeos (que pelean la media tabla) de las ligas más poderosas del mundo. Cuando en realidad, el nivel de la liga mexicana, que de por sí siempre ha sido exagerado, ha ido en franco declive en los últimos años, particularmente desde que la liga dejó de participar en competencias sudamericanas y abolió el descenso. Sé que para este punto decir esto es un cliché, pero eso no quita que sea cierto, que aunque el aficionado trate de olvidarlo durante los 90 minutos que le dura la emoción del partido, la coladera cancerígena está destapada, estos cánceres tan metastados, tan mentados, tan inherentes a las instituciones mexicanas, están acabando con el futbol mexicano profesional.

Me vale pito si Monterrey o Querétaro ganan la Leagues Cup, (que Querétaro fuera campeón diría mucho sobre este torneo). De cualquier manera la actuación de la Liga MX en esta copa homenaje al neoliberalismo más perro ha sido un pinche papelón melodramático y pésimamente actuado, un fracasototote, una total humillación para el gigantesco ego de los equipos de este lado de la frontera.

Querétaro, uno de los equipos parásito de la Liga MX, representante de todos los males del futbol mexicano: la violencia, la inseguridad, la multipropiedad, la mediocridad y la falta de integridad (su dueño es dueño de un casino que patrocina a toda la liga) es uno de los dos equipos mexicanos que se mantienen con vida en  los cuartos de final de la Leagues Cup 2023

Y, ¿Saben qué? El fracaso de la Liga MX en este torneo es un fracaso que da gusto, que causa schadenfreude. A diferencia de lo que creen las gárgolas que pudren las academias, el hecho de que esto sea un escrito hecho para el pueblo no quiere decir que esto no pueda tener contenido cultural, a diferencia de lo que creen las momias montadas sobre la gaseosa cátedra hecha por sus propias flatulencias, yo creo que el pueblo es inteligente, que si se explican las cosas con la voluntad de que el prójimo aprenda se pueden crear cosas maravillosas. El problema es que quienes rigen las academias son también quienes rigen y corrigen todo en esta suciedad, perdón, sociedad hecha con las patas, sin ningún sentido de razón, construida para que los poderosos mantengan su poder por los siglos de los siglos hasta que este extraño globo en el que vivimos se pudra para siempre y a ellos no les conviene que las masas, o sea nosotros, seamos conscientes de todo lo que podemos lograr sólo con un poquito de inteligencia, por ello en la escuela y demás instituciones diseñadas para el control social se dedican únicamente a confundirnos y enseñarnos a obedecer, mantener callados nuestros cerebros y repetir como loros su discurso hegemónico. Por cierto, los que rigen las academias, las cámaras de comercio y los parlamentos, generalmente son parientes de los que rigen todo lo que amamos, entre ello los deportes.

Por eso es divertido verlos caer con la frente en el platillo de mierda que ellos mismos nos sirven.

Pero volviendo al schadenfruede, es un término alemán para referirse a cuando alguien se regodea o se ríe por el mal o los problemas que le pasan a otra persona. Es como sentir una especie de alegría malvada por ver a alguien en aprietos. Eso es lo que siento cuando veo a los equipos de la Liga MX tropezar, caer humillados en este torneo molero. Citando a Homero (Simpson): Estos alemanes tienen términos para todo.



Da gusto verlos caer porque demuestra que la corrupción, el amiguismo y nepotismo blanco que reina sobre el futbol mexicano profesional, que es el mismo que reina en todas las instituciones de este país es un cáncer, es una niebla que destruye todo, que salpica todo de mierda, es lo que no nos permite ser felices.

Da gusto porque los problemas del futbol mexicano son los mismos de la sociedad mexicana que sufrimos todos los días. Que nunca se les olvide que el futbol es político, es el más político de todos los deportes.

Da gusto porque todos los que viven de la industria embrutecedora que es el futbol mexicano profesional se sienten un culo y esto les demuestra que en el concierto del futbol mundial no son nadie, son sólo una chaqueta mental, son una mamada, son unos perdedores, unos fracasados.

Da gusto porque este es un torneo impío, sucio, impregnado por el asco que emana de la codicia, un torneo hecho únicamente con fines de lucro, que tristemente sigue la misma dirección en la que va todo el deporte mundial. Ya no hace falta escarbar mucho para darse cuenta que en todas las ligas deportivas profesionales de todo el mundo, la competitividad, la justicia deportiva se está yendo al carajo, ha sido asesinada por la codicia, por la necesidad del capitalista de succionar hasta el último centavo del consumidor, a quien muchas veces tiene ideologizado a través del delicioso producto que es el deporte, al cual nos mantienen adictos, consumiendo vorazmente toda la mierda disfrazada de mole que nos lanzan.

Por todo esto decidí no pelar este torneo molero, hecho para robar los dólares que nos paisanos se ganan con el sudor de su frente, pero al ver los resultados, no pude sino voltear y reírme de la alegre idiotez que reina entre la burguesía que tiene esclavizado el futbol mexicano, misma que es alegre porque aunque sus equipos pierdan, estos culeros se siguen hinchando de dinero. Pero igual da gusto verlos caer porque demuestra que los que estamos en contra de este sistema tenemos razón. No son sino una bola de idiotas.

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