Publicado originalmente el 2 de junio de 2022 (El día que los Warriors ganaron las Finales de la NBA)
Por Omar Colio
Tiempo Fuera.
El coach Steve Kerr dibuja una jugada en la pizarra mientras
grita como le aprendió a gritar a Gregg Popovich. Está rodeado por 12 hombres
altísimos, tres de ellos son futuros miembros del Salón de la Fama, el temible Draymond
Green y los Splash Brothers, Klay Thompson y Steph Curry, el mejor tirador de
todos los tiempos. Entre la bola de gigantes también están jugadores que
llegaron con bombo y platillo a la liga y han respondido convirtiéndose en
héroes de postemporada como Andrew Wiggins o Andre Iguodala; inclusive está el
hijo de una leyenda, Gary Payton II, pero también están los que salieron de la
nada como Jordan Poole y ese muchacho con bigote de chocomilk a lo Pancho Villa
sentado a la orilla de la banca, Juan Toscano-Anderson, el primer mexicano en
jugar en las Finales de la NBA.
Toscano es apenas el quinto mexicano en jugar en la NBA (No
te preocupes, no te voy a hacer googlear. Los otros son: Horacio Llamas,
Eduardo Nájera, Gustavo Ayón y Jorge Gutiérrez). Hoy buscará convertirse en el
primero en ganar el trofeo Larry O’Brien.
El viaje de Toscano fue tumultuoso desde el principio, nació
en Oakland, una comunidad conocida por sus altos índices de pobreza. Hijo de un
padre afroamericano y una madre mexicoamericana cuyo padre emigró de Michoacán,
crecer en Oakland siendo parte de dos comunidades marginales fue difícil, pero vencer
a la adversidad se volvería una constante en su vida. Juan creció y creció
hasta volverse una estrella de baloncesto en la preparatoria Castro Valley y
ganarse una beca para estudiar en Marquette, una universidad pequeña en donde
Toscano tuvo una carrera colegial decorosa.
Pero una vez que los años estudiantiles pasaron, Toscano se
encontraría nuevamente con la adversidad, ningún equipo de la NBA le dio una
oportunidad. Al no encontrar trabajo en el mejor basquetbol del mundo, Toscano
tuvo que emigrar a la tierra de sus ancestros, como brasero a la inversa cruzó
la frontera de norte a sur y vino a jugar a los Soles de Mexicali de la LNBP. Pero
esto no le fue suficiente, Toscano necesitaba más, tenía que seguir demostrando
que era capaz de jugar en la mejor liga del mundo, así que una vez que terminó
la temporada en la liga mexicana se fue a Venezuela para jugar con los
Bucaneros de La Guaira.
Prácticamente sin descanso entre liga y liga, Toscano volvió
a México, esta vez para jugar con la Fuerza Regia, en dos años Toscano se
convirtió en un estelar de la escuadra regiomontana, que le ofreció un contrato
que por fin le permitiría tener estabilidad laboral y económica, además tenía
ofertas para jugar en Europa y en Sudamérica, pero las rechazó todas para
probar suerte en el equipo de sus amores.
Como todo chico de Oakland, Toscano es un aficionado
recalcitrante de todos los equipos que jugaron en esa comunidad mientras crecía:
los Raiders (equipo que se mudó a Las Vegas en 2020), los Athletics (equipo del
que se rumora que muy pronto seguirá los pasos de los Raiders), pero sobre todo
los Warriors (equipo que se mudó al lado glamoroso de la Bahía, San Francisco,
en 2019), quienes le dieron una oportunidad de luchar por un puesto.
Esta era una decisión arriesgada, no tenía ninguna garantía,
si no lograba quedarse habría perdido jugosas oportunidades económicas y
volvería a las largas filas del desempleo. Sin embargo, le fue lo suficientemente
bien en su audición local como para ganarse un lugar en el campo de
entrenamiento de los Santa Cruz Warriors (filial de la G-League de los Golden
State Warriors), donde le fue tan bien que los Warriors le dieron un contrato
por tres años y el 8 de febrero de 2020 Juan Toscano-Anderson cumplió su sueño
de debutar en la NBA para el equipo de sus amores.
En ese entonces el equipo californiano se encontraba en una
extraña fase de reconstrucción después de haber ganado tres finales de la NBA
en los cinco años al hilo en los que representaron a la Conferencia Oeste en
esa instancia. La derrota ante los Toronto Raptors en las finales de 2019 no
sólo les hirió el orgullo, en ellas Klay Thompson sufrió una lesión devastadora
que lo alejó de las duelas por más de dos años y tras ellas Kevin Durant
decidió cambiar de aires y emigrar a los Brooklyn Nets. A esto también se le
sumaron lesiones de Steph Curry y Draymond Green que hicieron que los Warriors
pasaran de ser 5 veces campeones defensores de la Conferencia Oeste a tener el
peor récord de la liga. Todo esto benefició a Toscano pues le permitió tener
más minutos en la duela.
Para la temporada 2020-2021, la adversidad nuevamente se
atravesó en el camino de Toscano, los renovados Warriors lo cortaron. Sin embargo,
el mexicoamericano había dejado una buena impresión en el coach Kerr, por lo
que tres días después lo firmaron a un contrato de dos vías, lo que le permitía
jugar tanto en juegos de la G-League con Santa Cruz, como en juegos de la NBA
con Golden State, donde pasó la mayoría de su tiempo y logró formar una buena
química en la duela con Steph Curry, que entre tantas lesiones esa temporada
condujo un equipo prácticamente integrado por puros novatos. Esta química se
vio recompensada, en mayo de 2021 los Warriors convirtieron el contrato de dos
vías de Toscano-Anderson en uno de NBA a tiempo completo.
Ante la recuperación de los jugadores estelares, los minutos
de Toscano en la duela disminuyeron esta temporada, sin embargo ahora puede
disfrutar del éxito colectivo de su equipo y decir que bajo el sistema del
coach Kerr cada pieza es fundamental para lograr la victoria. Toscano es el
primer mexicano en jugar en las Finales de la NBA en las que (hasta el momento)
ha jugado 8 minutos en 4 juegos en los que suma 2 rebotes y 3 asistencias, todavía
no suma puntos, pues falló el único tiro de campo que ha intentado, por lo cual
hasta el momento ningún mexicano ha inscrito su nombre como anotador en las
Finales de la NBA.
Las raíces
Juan Toscano-Anderson es alguien que sabe apreciar el
pasado, usa el número 95 en honor a la calle 95 en Oakland en la que creció, en
la preparatoria era llamado Juan Anderson por razones de “simplicidad”, sin
embargo cuando llegó a Marquette pidió que le llamaran Juan Toscano-Anderson
para honrar al lado materno de su ascendencia. Cuando este año participó en el
Concurso de Clavadas le pidió al departamento de operaciones de los Warriors
que le diseñaran un jersey con la bandera mexicana para competir con él en esta
prestigiosa competencia, además representó a la Selección Mexicana de
Baloncesto a nivel internacional.
Este texto fue publicado originalmente en nuestro antiguo blog, pero ya que Elon Musk y otros más malvados decidieron bajarlo del internet decidimos ser combativos como siempre y volverlo a subir.
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