Narraciones Poetosas: El gol de Pulido

 



Pulido según Pulido es un superhéroe de carne y hueso. Pulido es la clase de persona que le pide al güey más blanco de Guadalajara que le componga un rap para que salga su Ferrari en el video. Véanlo y juzguen ustedes, yo no sé qué opinaría de esas rimas alguien como Quevedo. ¿A quién le importa? Pulido cree que esto es lo que Pulido merece.

Pulido según Pulido es un superhéroe de carne y hueso, una leyenda que va mucho más allá de las canchas, más allá del estatus de semidiós que tienen todos los arietes del Guadalajara, que suelen ser el único centro delantero mexicano titular de toda la Liga MX. Pulido según Pulido es más que un campeón goleador, es un güey que una vez logró madrearse a una docena de secuestradores armados a pesar de que lo tenían amarrado a una silla. Todavía atado logró someter a los secuestradores y robarles el celular para avisarle a la policía donde estaba, después derribó la puerta de la casa donde estaba secuestrado con sólo tocarla con el codo, salió con el pecho en alto como si fuera Chuck Norris y después de eso, antes de irse a bañar, ya estaba dando una conferencia de prensa junto al gobernador de Tamaulipas, su estado natal.

Pulido una vez le ganó una pelea a Chuck Norris 


Pulido según Pulido es tan chingón que es el Pulido de la dupla “Fierro Pulido”, es tan vergas que el destino se le acomodó para enfrentar en la Final a Tuca y a los Tigres, los mismitos culeros que quisieron obstaculizar su carrera. El destino también le regaló uno de esos goles para que la cuña apriete en la ida en Monterrey después de una Nahueleada, pero su momento de más gloria, el momento de más gloria de este superhéroe de carne y hueso, este semidiós se lo guardó para la vuelta.

Apenas rebasando la media cancha, Oswaldo Alanís impactó el balón con su exquisita zurda, la pelota trazó una parábola diabólica, una cónica con mostaza diseñada para romperle el cráneo a los matemáticos y para sobrepasar las líneas bien paradas de los Tigres. La pelota se alzó por los cielos, salió del estadio y coqueteó con las nubes de Jalisco, hay quien dice que fue más allá de las nubes y que alcanzó la mismísima Gloria y que ahí en el cielo un ser divino la besó y la bendijo para que por fin iniciara su descenso de vuelta al estadio del Rebaño Sagrado. Para entonces, Pulido ya dejó atrás a la defensa y fildeó la pelota como si fuera Willie Mays. Si Pulido la hubiera impactado de volea, la saca del estadio, pero Pulido sabe tratar a una dama, dejó entrar la pelota como si fuera una morra que corriera para abrazarlo y simplemente extendió el pie para que ella lo golpeara, Pulido acarició a su dama en el lugar mágico exacto para que la pelota se incrustara en el ángulo y Pulido ascendiera a la Gloria. Pulido cree que esto es lo que Pulido merece. 




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