Poema Psicótico no.1: Sobre la lengua

 


Por Omar Colio 


Sobre la lengua

 

Ay, mi suculenta Venus de Willendorf

Diosa de la poesía

y de todo lo delicioso

Detente, sombra de mi buenota esquiva
imagen del agujero que más quiero.
Hoy no, gordita
Esta noche no quiero
verte desnuda
Ni desnudarme frente a ti

¡Detente, primavera!

Sóplale a la vela de mi deseo

Sofoca la llama de la autodestrucción

Y mi puta necesidad por cogerme a las zafadas.

 

No me tientes con tu tanguita

Ni con tus tetas al aire

Entiendo tu querella

No creas que soy un pendejo

No creas que no me acuerdo que

Estás tan rica
Que no sé por qué
Todo ser humano
No se te va encima

Con la carne inflamada por la más pura lujuria

Tampoco sé cómo
No se dan cuenta de que en nuestras mentes

has plantado una bomba atómica
Somos más peligrosos
Aullando
que con una AK-47
Las palabras son más peligrosas que las balas.

 

Hazte para allá

No me calientes

Comprende mi conflicto de intereses

entre vivir feliz y vivir contigo

Ay, sí, perréame

Perréame un poquito

Acércame tu frondosidad

Tu cuerpo terso, suave y curvilíneo

Deja que mi espada sienta

Las vibraciones cósmicas de tus labios

Las melodías de los astros

El ritmo al que arde el universo

¡Incéndiame!

Sácame de la indolencia

¡Susúrrame! ¡Susúrrame! susúrrame

Susúrrame una coartada

Una coartada para 
Entrar en tu cortada
Para poseer tu morada

Para entrar por tu cortada

Bésame

Embriágame con tus babas

que dejaron tieso a Morrison

Que tu lengua y la mía

Se froten hasta fundirse

Y convertirse en un látigo

Con el que azotemos

Las nalgas de todo el Mundo.

 

Abre tu flor

Quiero beber de tu fuente sagrada

en la que sólo bebieron Rimbaud,

Dante y otros poquitos
Bien poquitos.
Pero también Quiero

escarbar con mi lengua

los versos satánicos

que nadan en tu ano.

 

Hagamos hervir

El charco primigenio

Para que con tu magia

mi reata se convierta en
La pinche flecha ardiente de Santa Teresa, en
La luz que alumbraba la noche oscura del alma
Que es la vela que iluminaba
Las sagradas chaquetas
De San Juan de la Cruz.


Quiero ser el semen bendito
Que siembra locura en la Tierra

Ser la espada vengadora

Del ángel de la locura

Y así

Matar al pinche pájaro azul

Que vive
Adentro del corazón de todos

Y así todos te vean

Y se vengan

Y se venguen

Y se vengan

Y hagamos una orgía

De culos y versos.






Comentarios