Narraciones Poetosas: El Panenka de Hakimi



Por Omar Colio

Tiki-Taka, Tiki-Taka, Tiki-Taka, el balón anduvo de acá para allá haciéndole cosquillas a la cancha en todos lados menos en sus zonas erógenas, la selección de Luis Enrique es como un mal amante, no sabe acariciar las áreas peligrosas.

España no ha cambiado mucho desde los días de El Quijote, se sigue regodeando de glorias pasadas, siguen creyéndose el gran conquistador cuando las vueltas del molino de viento de los tiempos han girado tantas veces que ahora no son sino un equipo joven, inexperto e impotente frente a un león con sed de sangre. 

La joven selección española, avejentada por las viejas formas de su juego y por las viejas ideas que todavía rondan las pícaras cabezas de su pueblo en iguales proporciones, ha sido humillada frente a todo el mundo por una antigua víctima de sus crímenes, España salió desnuda a concretar el acto, pero la lanza de Don Quijote permaneció fláccida causando las carcajadas de todo el universo. 

Los tiros desde el punto penal españoles se estrellaron en la magnífica muralla tingitana que es Yassine Bounou, la impotencia sexual los puso desnudos frente al paredón de fusilamiento donde ¡Oh, ironía! El tirador es madrileño, Achraf Hakimi es uno de los 14 marroquíes nacidos lejos del Magreb, un león del Atlas forzado a nacer fuera de su tierra por los horrores causados por los europeos. 

El verdugo se acerca, pero en lugar de fusilar al moribundo imperio, lo hace trizas con una cachetada, ¡Plac! Un Panenka para los de Vox y para el rey de España, ¡Revancha poética! ¡Que viva Marruecos! ¡Que viva África! ¡Al-Ándalus y el Mundo están frente a sus ojos esperando por ustedes!




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